Hoy nos reunimos con alegría y los corazones llenos de amor para celebrar un día muy especial: el Día de la Inmaculada Concepción. En este día, recordamos y honramos a la Virgen María, la madre de Jesús, quien fue concebida sin pecado original.
La Virgen María es un ejemplo de amor, entrega y servicio a Dios. Imaginen a María, una joven llena de amor y humildad, cuando el ángel Gabriel le anunció que sería la madre del Salvador. Fue un momento crucial donde María tuvo que tomar una decisión importante. Con valentía y confianza en Dios, ella respondió con un sí lleno de amor y disposición: «Hágase en mí según tu palabra».
Ese sí de María es un hermoso ejemplo para todos nosotros. Nos enseña la importancia de decir sí a Dios y estar dispuestos a servir a los demás con amor. Así como María se entregó completamente a la voluntad de Dios, también podemos aprender a decir sí a hacer el bien y ayudar a quienes nos rodean.
El amor a la Virgen María nos inspira a ser amables, compasivos y a cuidar unos de otros. Al igual que ella nos muestra el camino del servicio, recordamos que cada acción de amor, por pequeña que sea, contribuye a hacer del mundo un lugar mejor.
En nuestro cole, buscamos seguir el ejemplo de la Virgen María al amarnos mutuamente, ser respetuosos y ayudar a nuestros compañeros. En este Día de la Inmaculada Concepción, renovemos nuestro compromiso de decir sí al amor, la bondad y el servicio.
¡Que la Virgen María nos guíe y nos inspire a ser siempre fieles a Dios y a vivir con corazones llenos de amor!
